miércoles, 25 de julio de 2007

Teoria y Practica

1. El actor



Nociones y consideraciones elementales acerca de la expresión del actor

Hoy iniciamos las clases: estamos en el estudio de Hedy Crilla, y lo primero que hace ella es interesarse por nosotros, preguntarnos sobre nuestras vidas. Más tarde, iniciamos una revisión del oficio del actor.

- ¿Qué hace un actor?

- Actúa con las palabras y las acciones.

- ¿Y qué debe tener para actuar?

- Talento.

- Angel.

- Presencia.

- Ese aspecto del actor encierra cierto misterio.

- Sensibilidad.

- Un buen maestro.

- Hay grandes actores que no lo tuvieron, pero es recomendable tenerlo.

- ¿Es posible ser maestro sin haber actuado antes?

- Una cosa es ser actor y otra es enseñar. Se puede ser actor y no poseer talento para enseñar, o al revés. Es excepcional reunir las dos condiciones: yo creo que para enseñar o dirigir se necesita haber sido actor o haber actuado alguna vez. Cuando estoy en la platea y veo que no le sale algo al intérprete, entiendo qué le sucede porque lo he pasado. ¿Cómo va a transmitirse una experiencia que no se conoce?

Cierta vez, cuando dirigía, me di cuenta de lo que un actor quería hacer y no hacía, entonces yo actué por él, se lo demostré con mi actuación, y le dije: "Si lo que querés hacer es ésto, hacelo." Y me respondió: "¡Exacto!, ¿cómo lo sabés?" "Porque lo vi en tu cara y en tu cuerpo", le contesté.

- ¿Se puede enseñar a ser un artista?

- Se puede enseñar a actuar, aunque no a ser un artista: éste es un don, pero puede cultivarse. Actuar no es fácil, y aunque se nace con cierta capacidad innata, existen inhibiciones, vergüenzas y timideces que algunas veces no logran superarse.



Stanislavsky decía que "el talento es tímido y apocado en sus primeras manifestaciones, suele estar profundamente oculto y hay que poder hacerlo aparecer, porque raras veces se revela de inmediato."



El talento sólo es una aptitud que se desarrolla, es posible adquirir dos o tres veces más del que se posee. Por supuesto que el genio es otro plano. ¿Cuáles serían entonces otros elementos que tiene que poseer un actor?

- Imaginación

- Disciplina.

- Voluntad.

- ¿Cuál sería el básico?

- La capacidad de transformación de persona en personaje y ser, por ejemplo, Julio César, Don Juan u Orestes.

- Y el actor mismo, ¿quién es?

- Es un intérprete y ése es su oficio.

- Por esa razón dicen que el actor no tiene vida propia, que la pide prestada, que la suya es hueca.

Y Hedy, irónicamente, comenta:

- Como intérprete de Shakespeare, Molière y Esquilo, no le va a quedar tiempo para una vida hueca.

La clase luego derivó hacia una serie de controversias acerca de la identidad del actor y de su arte. Hedy nos hizo observar que uno es quien tiene todo en potencia, y cuando dice "Lo mataría", pero no mata a nadie, el sentimiento está: cuando se interpreta a un asesino, se pueden expresar sentimientos alguna vez experimentados.



En calidad de texto explicativo, citaré el relato Borges y yo1 , de Jorge Luis Borges:



“Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por Buenos Aires y me demoro, acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de un zaguán y la puerta cancel; de Borges tengo noticias por el correo y veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico. Me gustan los relojes de arena, los mapas, la tipografía del siglo XVIII, las etimologías, el sabor del café y la prosa de Stevenson; el otro comparte estas preferencias, pero de un modo vanidoso que las convierte en atributos de un actor. Sería exagerado afirmar que nuestra relación es hostil; yo vivo, yo me dejo vivir, para que Borges pueda tramar su literatura y esa literatura me justifica. Nada me cuesta confesar que ha logrado ciertas páginas válidas, pero esas páginas no me pueden salvar, quizá porque lo bueno ya no es de nadie, ni siquiera del otro, sino del lenguaje o la tradición. Por lo demás, yo estoy destinado a perderme, definitivamente, y sólo algún instante de mí podrá sobrevivir en el otro. Poco a poco voy cediéndole todo, aunque me consta su perversa costumbre de falsear y magnificar. Spinoza entendió que todas las cosas quieren perseverar en su ser; la piedra eternamente quiere ser piedra y el tigre un tigre. Yo he de quedar en Borges, no en mí (si es que alguien soy), pero me reconozco menos en sus libros que en muchos otros o que en el laborioso rasgueo de una guitarra. Hace años yo traté de librarme de él y pasé de las mitologías del arrabal a los juegos con el tiempo y con lo infinito, pero esos juegos son de Borges ahora y tendré que idear otras cosas. Así, mi vida es una fuga, y todo lo pierdo, y todo es del olvido o del otro.

No sé cuál de los dos escribe esta página.”



- Somos muchos "yo": lo específico del actor es que crea el personaje con base en su personalidad, usa su cuerpo y su alma para reflejarlo. Por eso es importante que empiece con sus propias experiencias, de lo contrario no tendrá verosimilitud.

El es instrumento e instrumentista a la vez.

Como instrumento, se expresa con la voz, la palabra y el cuerpo, totalmente interrelacionados. Por eso le es necesario un buen entrenamiento y el dominio de esas herramientas, a fin de que le permitan defenderse de su principal enemigo, la tensión; porque, por ejemplo, si está nervioso, tensa sus cuerdas vocales, entonces su voz será deficiente y la emoción que creó se perderá.

-Yo no entiendo para qué trabajamos la voz, si con los sistemas electroacústicos actuales no se necesita hacerlo. Cuando fui a Estados Unidos, vi un espectáculo con una amplificación perfecta, se oía mejor que si fuera el living de mi casa.

- ¿La voz ya no se necesita?

La voz siempre fue y será necesaria porque es parte del arte del actor. También los griegos tenían acústicas perfectas en sus anfiteatros y no obstante trabajaban su voz.



Demóstenes, uno de los grandes oradores de la Grecia clásica, era tartamudo, y mediante una disciplina férrea, hizo de su oratoria la más célebre: preparaba sus discursos llenándose la boca de piedras y había momentos en que sangraba. Es evidente que hoy estamos en una era tecnológica y el arte está sufriendo un embate industrial, pero la naturaleza humana no cambió.



- Yo insisto en que no es necesario ocuparse de la voz, ni para el teatro, ni para el cine o la televisión. Y además, justamente la televisión es el medio preferido del público.

- Hasta la misa se transmite por televisión.



Una misa por televisión nada tiene que ver con su ámbito original (la iglesia) y su espíritu religioso, con individuos que se reúnen a través de una fe. El teatro es un ritual similar, ya que dos elementos fundamentales, público y actor -aunque no haya autor ni director- generan un estado de comunión artística.



- Yo admiro ese teatro en que los actores representan Shakespeare, Goethe, Schiller, Molière, Chejov, Ibsen, Brecht, Tennessee Williams, Arthur Miller... Para hacerlo hace falta la voz, el cuerpo y el corazón. Creo que cada vez más debemos protegernos de las tecnocracias para seguir conservando nuestra humanidad.



Por momentos, da la impresión de que uno pertenece a otra época, trabajando con métodos tan primitivos como la emoción, la intuición, la percepción, la imaginación; y, por otra parte, vemos a la gente en las casas -convertidas en laboratorios-, con cámaras, visores, computadoras, televisores, grabadores, procesadoras, microondas, rayos láser, etc.



La Maestra ha quedado interesada en el tema, tiene ochenta y cuatro años, ha pasado por dos guerras, los alumnos treinta, y la brecha generacional se impone.

- Es cierto que estamos en el siglo de la ciencia moderna. Sin embargo, el arte no es inferior a ella: el canto, el teatro, la danza, la poesía, existían en la época de las cavernas y existirán en las edades atómicas.



Con respecto a este tema, a continuación incluyo un texto de Alberto Einstein, que merece atención.

"Lo único verdaderamente valioso, según mi opinión, en el mecanismo de la sociedad humana, no es el Estado, sino el individuo creador, el individuo que siente la personalidad: es ella sola la que crea lo noble y lo sublime, mientras que la multitud en su calidad de tal, es torpe en el pensar y no lo es menos en cuanto al sentir... Lo más hermoso de la vida es lo insondable, lo que está lleno de misterio. Es éste el sentimiento básico el que se halla junto a la cuna del arte verdadero y de la auténtica ciencia."2



- La voz es uno de los recursos más importantes del actor. Hay que tener una buena base natural, aunque es elemental cultivarla y trabajar tanto la respiración como la pronunciación y la dicción. Hay que poseer un aparato físico afinado y obediente a nuestra voluntad.

Supongamos que un músico tiene un Stradivarius: va a tocar igual que un Dios. Si tiene un mal instrumento, puede tocar bien, aunque no suene igual; los músicos estudian las leyes y teorías de su arte, cuidan y afinan diariamente su instrumento, en cambio los actores lo descuidan.

- Los cantantes tienen la misma complejidad que los actores: son instrumentos e instrumentistas.

- Sí, es lo mismo. Sin embargo, el cantante -al menos- sabe exactamente si va a cantar un "do" o un "sol", en cambio el actor debe buscar su propio tono, sus notas, su exacta melodía, su ritmo: la partitura es sólo suya.

Por lo demás, algunos instrumentistas no tienen desarrolladas muchas cosas, por ejemplo pasión o amor: si uno nunca lo ha sentido difícilmente pueda expresarlo.

El actor expresa algo que ha sentido, pero que escribió un autor y no él: debe entonces ser fiel a la esencia de la obra, hacerla suya y a la vez tocar su partitura. Y no es suficiente vivir el sentimiento sincero, debe saber encarnarlo y revelarlo, lograr encarnar la partitura de los sentimientos que contiene el alma del personaje.

En resumen, debemos tener un instrumento (voz y cuerpo), ser instrumentistas (saber tocarlo), y elaborar la propia partitura encarnando al personaje.

Es una dificultad enorme, exige una capacidad extraordinaria, y uno diría que cuanta mayor riqueza emocional y cultural domina una persona, más amplia es la gama de lo que puede expresar. Sin embargo, se ha dado el caso de hombres muy humildes, con cualidades aparentemente pobres, que han sido grandes actores; claro que no se puede generalizar ni establecer normas, el ser creador es demasiado complejo.

Continuemos.



Una alumna comienza a leer un texto y Hedy la observa atentamente.

- Quisiera preguntarte ¿por qué levantás los hombros?

- No me doy cuenta, quizás porque estoy nerviosa.

- Stanislavsky puso un énfasis especial en la relajación: la tensión perjudica la naturalidad y la acción, por ello consideró el trabajo corporal como una primera y básica etapa.

- Sinceramente, yo estaba tensa porque me hallaba incómoda.

- No: te pusiste tensa porque te sentiste observada, seguramente vas a dejar de estarlo cuando lo hagas sola en tu casa, tratá de controlarte.



También en la palabra existe la tensión. Un actor dice: "Estoy triste", se tapa la cara con las manos, contrae los músculos de la garganta y gime. En vez de despertar el sentimiento lo obstaculizó al excitar sus nervios.



- La observación es fundamental para todo, ¿por qué digo esto?

- Porque al hacer un personaje necesitamos la observación para poder componerlo. Por ejemplo, si tengo que interpretar a un grosero, voy a estudiarlo; si hago un militar también, lo haré rígido.

- Hay convenciones sociales determinantes: un abogado, en los tribunales, debe usar traje, camisa y corbata.

- Cierta vez leí un artículo de una diseñadora de moda europea, que relataba con sorpresa que veía cantidades de uniformes en Buenos Aires y escasa creatividad en las formas de vestir de los porteños.

- Esta modalidad también decide un comportamiento físico.

- Y mental.

- Aunque lo que decimos es cierto, creo que corremos el riesgo de ser esquemáticos.

- Hay que encontrar el común denominador que tiene, aunque sobre ello existan diferencias.

- Y con la palabra, no sólo con el gesto.

- También el gesto es palabra. Cuando el comportamiento físico del actor está elaborado, uno de los vínculos primordiales que lo condicionan es la unión de su vida interior con su expresión exterior, con la serie consecuente de pensamiento, sentimiento, gesto y palabra. La palabra se confunde orgánicamente con la acción física y el actor tiene que poder actuar cualquier texto de su papel, considerándolo exclusivamente una acción física.

Un actor, igual que en la vida, no sólo siente y piensa: también expresa esos sentimientos y pensamientos en los movimientos del cuerpo; no sólo habla -hasta puede no hablar-, sino que obra resolviendo problemas concretos físicos en la acción viva de la obra. Camina, se sienta, se levanta, fuma, a un compañero que llega le pide un cigarrillo, se relaciona con él, él se lo da, etc.

- ¿Y si tengo que actuar una dificultad física o una enfermedad?

- Esta pregunta me trae el recuerdo de una vez que, actuando, me dio un dolor en el estómago. Tuve que disimular para que no se notara, y entonces, equivoqué la letra; allí descubrí que el dolor da conciencia del lugar.

- ¿Qué quiere decir "da conciencia"?

- Siento ese lugar a causa del dolor, de lo contrario no lo sentiría.

- Naturalmente.

- Sólo así lo siento: un actor debe tener conciencia de su cuerpo.

- A través de una labor consciente con la respiración, se puede llegar a sentir el cuerpo; sin embargo cuando uno está bien no hay por qué sentir constantemente el cuerpo. Uno lo siente, pero no se ocupa de él; yo siento que tengo una rodilla porque me golpeé y la sentí dos días seguidos.

- Supongamos que hago un personaje con una situación similar a la suya, que se golpeó, ¿traigo ese recuerdo y lo siento?

- Claro, es así: tratás de recordarlo y lo evocás.

Quiero contarles algo vinculado con este tema. En Alemania actué en una obra que tuvo gran éxito: se llamaba Internado de señoritas, y yo interpretaba a una persona mala, y lo hice así: -nos muestra, caminando, la composición física de su personaje- para asustar a las chicas del internado.

Años después se filmó una película basada en la obra, donde yo también actuaba. En ese momento estaba viviendo en París y fui a verla, el film tenía mucho éxito, como lo había tenido la versión teatral, y los elencos franceses comenzaron a montarla, e incluso la llevaron en giras por las provincias. Y ocurrió algo sorprendente: todas las que hacían mi personaje imitaron mi comportamiento físico.

No se trataba solamente de una actitud externa, sino que ocurría que si no caminaban así, no sentían el personaje, así que "cuerpo y alma" no pueden separarse, esas actrices necesitaron hacerlo de ese modo para sentirlo.

- Una vez interpreté a un personaje tímido: tomé como modelo a una amiga, e imité su manera a través del cuerpo, y sin proponérmelo, comencé a actuar con timidez.

- La timidez de un personaje -un "ser tímido"- viene de adentro. Si está el sentimiento claro, surge naturalmente. Yo sostengo que todo viene con la respiración, un tímido respira de otra manera, y también las posiciones de su cuerpo son distintas porque quiere pasar inadvertido.

- Quisiera preguntarle otra cosa, ¿en que año comenzó a estudiar el método en Europa?

- Jamás en los años en que estuve, hasta 1940, se habló de Stanislavsky, ni en Viena, ni en Berlín o París. Una tarde caminaba por la calle Florida -aquí en Buenos Aires- y vi en una librería un libro titulado An actor prepares, y me dije: "Esto debe ser interesante".

Así comencé, acaso tardíamente, mi madurez. Era el año 1942. Leí a Stanislavsky, y desde ese momento compré todos sus libros -editados en Inglaterra-, los estudié, y comencé a poner en práctica sus enseñanzas. Con anterioridad a ese episodio, yo daba mis clases basándome sólo en mi intuición y en mi experiencia profesional.

Hay quien cree que basta con leer a Stanislavsky para saber aplicar el método, y no es así. Hay que probarlo en la práctica: de la misma manera que no se aprende a boxear sólo leyendo un libro de boxeo, así tampoco se aprende el método sino cuando uno lo prueba y lo comprueba.

Lo comprobé como actriz, como directora y profesora, lo probé con los alumnos. Como los ejercicios no se describían detalladamente, para enseñarlos tuve que crearlos: inventé innumerables que posteriormente otras personas repitieron en sus propia enseñanza.

En verdad, el método es para que lo lean actores, personas hechas en la profesión, de lo contrario no se comprende.

Crear la vida interior de un ser humano y expresarla en forma artística es, tal vez, la síntesis del pensamiento del genial Stanislavsky.

- Algunos dicen que es un método antiguo.

- Los que dicen eso no tienen idea de lo que es Stanislavsky; es un punto de partida del cual arrancan movimientos como el de Michel Checoff, el Actor’s Studio y el propio Grotowsky, que hace cosas extraordinarias. Yo misma no sé si lo que hago es Stanislavsky, ni siquiera lo conocí personalmente, para mí fue como un estímulo, un incentivo en la búsqueda. Cada uno realiza el método a su manera.



Hedy Crilla estudió y desentrañó el método, con la base de la formación que obtuvo actuando al lado de excelentes actores y extraordinarios directores de su época, en aquella Europa central de donde surgieron los grandes movimientos renovadores artísticos del siglo.

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